Antes los abrazos solían ser solamente abrazos, pero ahora junto a ti, los abrazos se han convertido en un refugio. Cada vez que te abrazo siento que estoy en casa, que nada me puede dañar y que tus brazos me protegerán de todo lo malo que está alrededor. Poco a poco tus brazos se fueron convirtiendo en mi necesidad, lo que más anhelo es sentir como tus brazos me rodean y tus pulgares acarician tiernamente mi espalda. Con eso ya me basta, con eso soy feliz.
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